viernes, 31 de diciembre de 2010

Ingenios caprichosos y cabras transgénicas


La cabra tira al monte. Juan Huarte de San Juan, en su Examen de Ingenios (cap. V) recordaba que los pastores salpimentaban sus rebaños de ovejas con una docena de cabras "que las levanten y lleven con paso apresurado a gozar de nuevos pastos". Afirma el médico jiennense que a los ingenios inventivos les llaman "caprichosos" en la lengua toscana por su semejanza con las cabras, que gustan andar por riscos y alturas y asomarse a grandes profundidades, por donde no hay vereda ni compañía. Tal es el caso de un cerebro bien organizado y templado. La etimología es probablemente "ingeniada", pero eso no importa...


Las cabras son increíbles, sobre todo si son transgénicas, unas porque producen leche con propiedades terapéuticas; otras porque portan genes humanos; otras porque contienen genes de arácnidos para producir en su leche una proteína de la tela de araña que, una vez tratada, puede ser convertida en bioacero, un material más duro que el acero convencional y, sin embargo, flexible, ideal para fabricar tendones y ligamentos, redes de pesca, chalecos antibalas, velas de barco, paracaídas, etc.

Por lo leído, criar arañas resulta más difícil que criar cabras -y eso que las cabras tiran al monte-. Las arañas son muy territoriales y reciclan sus telas viejas para aprovechar sus nutrientes. Por eso los científicos norteamericanos han preferido criar cabras transgénicas, aprovechado las semejanzas entre las células productoras de seda de las arañas y las células productoras de leche de los mamíferos.

A nivel bioquímico, los mamíferos -homínidos incluidos- estamos más cerca de los artrópodos de lo que nos gustaría admitir: las células epiteliales de la cabra, genéticamente modificadas, pueden fabricar la proteína de la seda tan eficazmente como las de la araña. Con ello tenemos o bien una leche sedosa o bien una seda lechosa.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Cuando ... 9

Hasta ahora he puesto diversas "falacias" dejando al lector la tarea de aclarar cuál es en cada caso. En realidad el análisis de nuestro razonamiento va más allá de una simple clasificación de los errores que podemos cometer. La táctica (o falacia) de apoyar una afirmación con otra que nada tiene que ver, no siempre es fácil. Veamos algunos casos:
Falacia Ad hominem. Como su nombre lo indica aquí se trata de atacar al hombre, y no a la idea que expone o defiende. Ya lo expresó claramente Cicerón "Cuando no tenga argumentos para discutir, insulte al oponente" (citado en "Razón, dulce razón, de T. Tymoczko y J. Henle. Ariel, 2002). Sin embargo hay casos en que argumentar de esta manera no es una falacia stricto sensu si el ataque a la persona tiene una relación indirecta con el tema en cuestión, como argumentar en contra de un profesor de Educación Física por su pasado pedófilo. En este caso si bien el argumento no tiene relación con lo que se podría considerar las cualidades y habilidades necesarias en alguien que enseña gimnasia y deportes, si las tiene, en tanto tal persona trataría, habitualmente, con niños e infantes. Por lo tanto hay que andar con cuidado en el análisis lógico.
Otro caso es el argumento Ad vercundiam, o sea apelar a las convenciones sociales. Decir que Fulano no es apto para un puesto de directivo porque "tricota jerséis" es caer en esta falacia. Sin embargo apelar a las convenciones no es siempre falaz, como bien señalan Tymoczko y Henle en el libro mencionado.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cuando ... 8.

"El misticismo es una de las grandes fuerzas de la historia del mundo. Pues la religión es casi lo más importante del mundo, y la religión nunca permanece largo tiempo sin ser afectada por el misticismo."

John Mc Taggart Ellis. "Misticismo", Estudios Filosóficos.

Cuando ... 7.

"Yo testifico a cada uno que oye las palabras de la profecía de este libro: si alguno pusiere adición a ella, pondrá Dios, sobre él, las plagas que están escritas en este libro: y si alguno quitare de las palabras de la profecía, quitará Dios su parte del libro de la vida, y de la ciudad santa, y de las cosas que están escritas en este libro."


Apocalipsis, 22:18-19

Cuando ... 6.

"Como un guerrero armado, como un empenachado caballero, James G. Blaine marchó por las salas del Congreso Norteamericano y arrojó de lleno sus brillantes lanzas contras las descaradas frentes de todo difamador de su país y detractor de su honor.
Para el Partido Republicano, abandonar ahora, a un hombre bizarro es peor que si un ejército expulsara a su general en el campo de batalla."

Rogert G. Ingersoll, Discurso para la Postulación del Candidato en la Convención Nacional Republicana, 1866.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Juegos de palabras

Un viejo manual de Arte literario, que lleva por subtítulo Preceptiva literaria o Retórica y Poética, ¡todo en 67 páginas! y en el que no hay ni una palabra inútil (ya podían aprender nuestros escribientes), publicado en Valladolid, por Miñon S. A. (sic), sin que mi ejemplar diga cuándo, me ha venido siendo de gran utilidad en mi trabajo, a lo largo de los últimos veinte años.
Al hablar de las figuras de dicción o elegancias de lenguaje, Federico de Mendizábal, su autor, las divide en cuatro clases: elegancias por adición y por omisión, por repetición, por semejanza y de construcción.
Entre las de segunda clase está la reflexión (curioso uso de esta voz, que aquí alude más al espejo que al pensamiento) y que se verifica cuando las palabras de que constan los incisos de una cláusula o frase son las mismas cambiando el orden, el tiempo y aún el caso:
Ejemplo:
"Ni son todos los que están, ni están todos los que son"
A esta figura se le llama también retruécano y conmutación.
Estas y otras figuras han pertenecido en toda época al arte de la memoria y constituido interesantes ejercicios escolares. Como ambas cosas están en decadencia, los ejercicios de la memoria y el arte escolar (he aquí un bonito retruécano). Lo segundo, porque la insensatez de los psicopedagogos, escogidos en España -si no la totalidad, sí desde luego una masa significativa) por su incapacidad para estudiar otras disciplinas, han decretado para hacerse los importantes que la educación puede ser una técnología y una ciencia dura.
Con las cosas, todo se explica, pero con las personas, todo se complica. Y la educación complica a personas, y el vínculo personal siempre exige creación, o sea, tiene algo de poético y de artístico.
Volviendo al retruécano. En la Wikipedia se define como un quiasmo al que se le ha añadido también el cruce de las funciones sintácticas de los términos implicados, ¡toma ya!. Y aporta un ejemplo de Quevedo:
"hay muchos que siendo pobres merecen ser ricos, y en siendo ricos merecen ser pobres"
En este ejemplo, el quiasmo consiste en el intercambio de posición en el texto de "pobres" y "ricos", pero hablamos de retruécano porque las funciones sintácticas han sido cruzadas. Primero, el atributo de "ser" es "ricos"; y luego, "pobres".
En el viejo libro de Mendizábal tengo anotado un ejemplo, que releo mientras escucho con deleite los gorgoritos mozartianos de Danielle de Niese..., un ejemplo entre humorístico y blasfemo de retruécano, que ahora me pregunto si lo es de verdad:
"la primera fecundación in virgo trajo al mundo un bebé profeta"
Lo que sí hay son dos conmutaciones en analogía, dos sustituciones que juegan especularmente con el parecido fonético de las palabras ausentes y presentes. La de "in virgo" por la expresión elidida "in vitro", y la de "profeta" por "probeta".
Se admiten comentarios.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Cuando ... 5.

¿Que falacias contiene el siguiente ejercicio: Argumentum ad baculum, argumentum ad hominem, argumentum ad ignorantiam, argumentum ad misericordiam, argumentum ad populum, argumentum ad verecundiam, la falacia de "accidente", la causa falsa, la petitio principii, la pregunta compleja, o la ignoratio elenchi?

"Cuando Roger Babson, cuya predicción del gran derrumbe de la bolsa le conquistó renombre, se enfermó de tuberculosis, volvió a su hogar de Massachusetts, en lugar de seguir el consejo de su médico de quedarse en el Oeste. Durante el glacial invierno dejó las ventanas abiertas, usaba una chaqueta con una almohadilla para calentarse la espalda y hacía que su secretaria usara guantes y escribiera en la máquina de escribir con martillos de goma. 
Babson mejoró y atribuyó su cura al aire fresco. El aire de los bosques de pinos, según Babson, tiene propiedades químicas o eléctricas (o ambas) de gran valor medicinal.

MARTÍN GARDNER. Manías y falacias en nombre de la ciencia."

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Cuando ... 4.

¿Y que tal esta Petitio principii?


En una película del famoso comediante francés Sacha Guitry, unos ladrones discuten sobre la división de siete perlas dignas del rescate de un rey. Uno de ellos entrega dos al hombre que está a su derecha, y luego otras dos al que está a su izquierda. 
-Yo -dice- me guardaré tres.
El hombre que está a su derecha dice:
-¿Por qué tú te guardas tres?
-Porque yo soy el líder.
-¡Ah! y, ¿por qué eres tú el líder?
-Porque yo tengo más perlas.

Cuando ... 3.

Un interesante caso de Argumentum ad baculum:

"Según R. Grunberger, autor de Historia Social del Tercer Reich, publicado en Gran Bretaña, los nazis acostumbraban enviar la siguiente noticia a los lectores alemanes que interrumpían su inscripción: "Nuestro periódico ciertamente merece el apoyo de todo alemán. Seguiremos enviándole ejemplares de él, y esperamos que usted no se exponga a infortunadas consecuencias en caso de cancelación".

Parada, 9 de mayo de 1971."

Cuando ... 2.

No sólo se publican falacias en los diarios. Aquí tenemos otro "ejercicio" que nos proporciona Irving Copi:

"Para decirlo brevemente, pues, podemos afirmar que la razón natural no puede probar que la resurrección sea necesaria, ni por razones a priori, como las basadas en la noción del principio intrínseco del hombre, ni por razonamientos a posteriori, por ejemplo en virtud de alguna acción o perfección que se adecue al hombre. Por consiguiente afirmamos que la resurrección es verdad sobre la base de la fe solamente."

DUNS ESCOTO, Comentario oxoniense a las Sentencias de Pedro Lomardo. "

martes, 30 de noviembre de 2010

Cuando nuestra reflexión falla. 1.

Pensar pensamos todos, pero razonar es más complicado. Sin embargo también lo hacemos con bastante frecuencia (menor, de lo que se afirma, pero mayor de lo que los pesimistas suponen). Habiendo salido de unas elecciones como las catalanas, por estas tierras (Barcelona, concretamente) estamos algo intoxicados debido a la ingestión indeseada de una ración generosa de campaña electoral.

Quizá sea el momento de recuperar a un viejo maestro de Lógica, Irving M. Copi,  y repetir aquellos excelentes ejercicios que constan en su famoso texto "Introducción a la Lógica" escrito en 1953 y que en sucesivas ediciones se hizo muy popular. Aquí utilizaré la versión de 1972, publicada por EUDEBA, de Buenos Aires, en 1984.

Vamos por el 1º en el capítulo III: "Falacias no Formales".
Para abreviar, ya que está en cualquier diccionario, aclaro que se entiende aquí por "Falacia" un razonamiento incorrecto... pero psicológicamente persuasivo". Los retóricos antiguos eran expertos en ello, y los políticos modernos siguen la estela, sin inventar nada nuevo.

[Se trata de identificar las falacias contenidas en los siguientes razonamientos]

"1. Kenneth Robinson, cuando era ministro de Salud Publica de Gran Bretaña, dijo ante el Parlamento que la cientología era "potencialmente dañina" y "una amenaza potencial". Se solicitó a Elliot, sacerdote local de la Iglesia de Cientología, que comentara esas críticas. Sobre las observaciones hechas ante el Parlamento dijo: "Me temo que el señor Robinson ha sufrido desde entonces dos descensos de categoría, y en las últimas semanas ha sido exonerado calladamente del gobierno de Wilson".

  The Honolulu Advertiser, 22-noviembre-1969, pág. B-1"

[Continuará con más "ejercicios"]
Nota: Para tener todos los ejercicios juntos, simplemente picar en el tag "Cuando nuestra reflexión falla".

martes, 16 de noviembre de 2010

"Ser" adolescente

Repasando mi colección de "Mundo Científico", una revista de divulgación que, lamentablemente, hace años que desapareció de nuestros kioskos (¿será porque contenía temas que no interesaban a nadie?) leo que los cambios de la pubertad se deben a modificaciones autoinducidas en el cerebro, y que, en realidad, los cambios hormonales siendo también importantes, no lo son tanto.
Según parece, al principio de la adolescencia desaparece el 30% de los receptores de dopamina, lo que tiene la inmediata consecuencia de anular las pequeñas alegrías cotidianas de la infancia. Una mayor capacidad de abstracción abre un abanico de posibilidades reestructurando así todo el sistema de recompensas.
En ese momento, el consumo de drogas, como nuevos estimuladores, constituye un gran peligro, ya que éstas destruyen aún más receptores de dopamina generando un círculo vicioso de necesidad de estímulos cada vez más fuertes.
Durante la adolescencia el cerebro se remodela a si mismo, en un cambio progresivo y necesario. Los lóbulos frontales son los últimos en evolucionar, proceso que puede alargarse hasta los 30 años. Factores ambientales como la alimentación puede acelar hasta cinco años la pubertad y la sexualidad.
Es necesario que los padres, dice el artículo, "asuman el papel de cortex prefontral externo", hasta que sus hijos les funcione completamente el propio.
¿Es posible este papel de los padres, cuando simultáneamente se premia la gratificación inmediata de todo aquello que apetece? ¿Y cuando la autoridad y la disciplina (entendida como la capacidad de actuar sin interrogar a nuestros deseos) es vista como un rasgo fascista?
La respuesta la puede dar cualquiera... no se necesita ser un experto para ello.

jueves, 7 de octubre de 2010

Aristóteles y las mujeres

Muchos han buscado justificación para su misoginia, su ginefobia o su machismo en la venerable autoridad y probada prudencia de Aristóteles.

¿Despreció Aristóteles a las mujeres, como se suele decir?
No lo creo.
¿Qué pensaba de la mujer? ¿Cuál fue su relación con ellas?

Desde luego, Aristóteles fue un hombre de su época, una época de necesidad, de terrible violencia, de guerras y esclavitud, una época en que los fuertes dominaban por las armas a los débiles, y los niños morían como chinches por ataques de microorganismos, una época en que había que engendrar muchos hijos para poder conservar en la ancianidad alguno.

Así, Aristóteles apenas le reconoce al esclavo la capacidad de participar de la razón en medida suficiente para reconocerla, pero sin poseerla (Política, 1255a). Su posición de que hay esclavos por naturaleza apenas se justifica -desde el propio aristotelismo ético- en el argumento de que "el que es capaz de prever con la mente es naturalmente jefe y señor por naturaleza" o de que "quien es mejor en virtud debe regir y dominar", porque el mismo Aristóteles reconoce en otro sitio que nadie es virtuoso ni prudente por naturaleza, sino que la virtud depende de la libertad y de las costumbres que adoptamos voluntariamente, de la educación y del esfuerzo. S. Körner ha reconocido la incomodidad de Aristóteles cuando afronta  este tema...  El mismo Aristóteles acaba reconociendo: "es evidente, pues, que hay cierto motivo para la controversia y que hay esclavos y libres que no lo son por naturaleza..." (Política 1255b).

Pero es indudable que en Política 1254b el estagirita afirma que, respecto de la relación entre macho y hembra, "el primero es superior y la segunda inferior por naturaleza, el primero rige, la segunda es regida" (tò mèn árchon tò dè archomenon). Sin embargo, en la misma obra, Aristóteles indica que el esclavo carece en absoluto de facultad deliberativa (tò bouleutikón), mientras que la hembra la tiene, aunque no le sirva para mucho (all'ákyron) (1260a). En la edición bilingüe de Julián Marías y María Araujo (Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1983), este "all'ákyron" se traduce por "desprovista de autoridad": las mujeres tendrían capacidad deliberativa -según Aristóteles-, pero desprovista de autoridad, sin embargo, el término "ákyros" también se puede traducir por "sin poder", "sin mando". Pedro Simón Abril, el primer traductor de la Política de Aristóteles al castellano (Zaragoza, 1584), tradujo tò bouleutikón por "consulta". Al contrario que el esclavo, la mujer tiene consulta, "aunque no sirve de ninguna cosa", traduce el gran humanista de Alcaraz. La frase puede entenderse como una constatación de hecho, más que como una impostura machista: La mujer tiene la misma capacidad de decisión que el hombre, pero en la situación actual, hacia 344 a. C. o a finales del XVI después de Cristo, la mujer no tiene el poder de ejercer dicha consulta o capacidad de deliberación, porque no tiene poder político.

En Política 1259b, Aristóteles distingue entre el estatuto civil de los hijos y el de la mujer. Tanto la mujer como los hijos de un hombre libre son libres, pero mientras que a los hijos no le otorga otra condición que la de vasallos, a la mujer se le reconoce el estatuto de ciudadanía. "El padre y marido gobierna a su mujer y a sus hijos como a libres en ambos casos, pero no con la misma clase de autoridad: sino a la mujer como a un ciudadano y a los hijos como vasallos" -traduce Julián Marías. Y Pedro Simón Abril: "el varón ha de tener señorío sobre la mujer y los hijos como sobre personas libres, pero no con una misma manera de gobierno, pues con la mujer ha de tener señorío civil, y sobre los hijos real".

En el libro V de sus Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, el famoso doxógrafo Diógenes Laercio (III d. C.) pinta a Aristóteles, "el discípulo más legítimo de Platón", con voz balbuciente y ojos pequeños. Según el de Laertes, Aristóteles gustaba de vestir bien y se cortaba la barba y el pelo. En su testamento, escrito durante su destierro en Calcis, dispone que los huesos de su primera mujer, Pitiade o Pitias, sobrina e hija adoptiva del tirano Hermias, reposen en su propio sepulcro; lega la mano de su hija Pitias (del mismo nombre que su madre fallecida), a Nicanor, hijo adoptivo de Aristóteles y oficial de Alejandro Magno, y dicta instrucciones para que se cuide a su joven concubina Herpilide (Herpilida o Herpilis), de quien tuvo a Nicómaco, disponiendo que "si quisiere casarse..., no sea con hombre desigual a mí; y se le dará de mis bienes, sobre lo ya dado, un talento de plata, tres criadas si las quiere, la esclava que tiene, y el niño Pirreo". Aristóteles exige que  dejen a Herpilis elegir entre hacerse dueña de la hospedería en Calcide o de la casa paterna en Estagira...

"Cualquiera de estas dos habitaciones que elija, cuidarán mis ejecutores de alhajársela [amueblársela] del modo que les parezca decente y bastante a Herpilida".

Werner Jaeger comenta que hay algo conmovedor en el espectáculo del desterrado filósofo poniendo en orden sus asuntos, recordando a sus padres, a su patria, Estagira, a su único hermano Arimnesto, a quien perdió temprano, y a su madre, a quien sólo podía pintar como la había visto siendo niño... "su deseo es que no se separen sus restos mortales de los huesos de su mujer Pitias, como había sido también la última voluntad de ella". Entre líneas del testamento -dice Jaeger- leemos un extraño lenguaje: "el cálido tono de una verdadera humanidad y al mismo tiempo el signo de un abismo casi aterrador entre él y las personas de quienes estaba rodeado. Estas palabras las escribió un hombre solitario". Signo de esta soledad es la confesión "extremadamente emotiva" que nos regala en una carta de este último periodo... "Cuando más solitario y aislado estoy, tanto más he llegado a amar los mitos"
(Werner Jaeger. Aristóteles, FCE, 1946, 3ª parte, cap. XII "Aristóteles en Atenas").

Respecto de sus esclavos, en su testamento Aristóteles dispone que ninguno sea vendido, "sino que de ellos deberán servirse mis herederos; y en siendo adultos se les dará libertad según convenga".

Diógenes Laercio recoge el rumor, seguramente malintencionado, maledicente, de una relación homosexual de Aristóteles con el enunuco Hermias. En la traducción de José Sanz Ortiz que manejo, se habla de "bardaje", del árabe "barday", mancebo, y de ahí el significado de sodomita, que ofrece el Larousse. Pero la mayoría de las fuentes sólo hablan de una amistad o "afinidad" entre Aristóteles y Hermias, del que habría sido condiscípulo en la Academia, antes de su relación en Mitilene.

Si el afecto y respeto real que sintió Aristóteles por la mujeres no resultase suficientemente claro, la tradición nos ha conservado una curiosa leyenda apócrifa, tardomedieval, y un icono que ha dado mucho que reír, hablar y pensar. Me refiero al de Filis cabalgando a Aristóteles. Al parecer, el invento fue del escritor italiano Henri D'Andeli a comienzos del siglo XIII con su cuento Lai d'Aristote. Los lays consistían en narraciones cortas, humorísticas y con carga burlesca o erótica, muy populares en las cortes anglonormandas.

En el cuento de D'Andeli, Filis, una bella y joven cortesana, se venga del filósofo por haberla apartado de su pupilo Alejandro. Enamora al filósofo cantando junto a su estudio y para que aquél obtenga sus favores debe servir de rocín de la amazona, que lo cabalgará con espuelas y todo. Al final, Aristóteles accede y cuando Alejandro contempla el espectáculo de su maestro sirviendo de potro a la hetaira, le pide explicaciones. El filósofo aprovecha para impartir doctrina: si un viejo como él ha perdido casi el seso por una joven belleza, qué no le pasaría a un joven inexperto como Alejandro...

El cuento llegó a ser tan popular que un eclesiástico, Jacques de Vitry, obispo de Acre, lo reelaboró en clave más cristiana y moralizante, dándole un tinte misógino: la mujer, símbolo de la animalidad y las bajas pasiones, tiranizando y corrompiendo al filósofo, símbolo de la racionalidad y la grandeza de miras.

Al final del libro V de su Istoria de las bienandanzas e fortunas, el vizcaíno Lope García de Salazar (1399-1476) reelabora la historia:

Título de cómo Aristótiles fue engañado de una donzella por consejo de Alixandre, porque le reprehendía mucho que no usase con las mugeres

Alixandre, veyéndose reprehendido de su maestro Aristótiles, seyendo mançebo, porque se allegaba a mugeres, cató manera para lo reprehender. E tobo manera con una su donzella que lo enartase en esta manera: aquesta donzella se allegó a él con tal ingenio, que le dio a entender que lo amaba más que a sí e púsolo en tal estado, qu'él la amó desigualmente, atanto que le descubrió su amor, la qual, con diligençia por industria de Alixandre, gelo fue dulçemente dilatando, atanto qu'él le dixo que le daría todas las cosas que ella le demandase e faría quanto ella le mandase, la qual le respondió que ella lo deseaba más qu'él, pero que la dexase fazer una poca cosa e después qu'él fiziese en ella su voluntad secretamente, porqu'él era casado e viejo. E respondióle con maravilloso gozo que pidiese lo que quisiese. Díxole:

-Señor, déxame que bos enfrene e ensille e cabalge en vos con espuelas como caballero en caballo e vos faga pasar carrera de noche, por que non sea sabido, en la grand sala del palaçio a lunbre de candelas quando todos fueren dormidos.

Aristótiles, maravillado e pesante d'ello, dixo:

-¡O fija señora!, esto ¿para qué lo as tú, ca es daño mío e poco probecho tuyo? E dime por qué lo quieres esto.

-Señor, esto quiero yo porque los omes han costunbre de escarneçer de las mugeres quando han conplido sus voluntades, por que, si vos quisierdes burlar de mí después que agora conplierdes vuestra voluntad, que pueda dezir yo cómo cabalgé en vos ante como en caballo.

E otorgado por él, enfrenólo e ensillólo e, caballera en él, lo fizo correr a quatro pies feriendo d'espuelas. Como Alixandre, que fazía todo esto, estobiese allí escondido tras un paramento e saliese a ellos e díxoles "¿qué es eso, maestro honrado?" e Aristótiles le viese, con grand pesar e mucha vergüeña le dixo:

-¡O fijo Alixandre!, tú as fecho todo esto. Jamás non te reprehenderé de cosa de mugeres, ca non ay seso de omne del mundo que non sea enartado por amor de muger.
(Edición de Ana María Marín Sánchez)

De la leyenda existen muchas representaciones, en tela, madera, pintura, grabados... Se trata de una historia cómica y obscena que acaba triunfando en el imaginario occidental como un símbolo, un tanto sadomasoquista, de la humillación de la filosofía y la ciencia ante la belleza y la frescura femenina, del sometimiento de la racionalidad a la seducción mujeril, de la rendición de la vejez a la juventud...

En Ficta eloquentia, blog de Jorge Ledo, se pueden encontrar una colección de representaciones de Filis cabalgando a Aristóteles, y un sabroso comentario sobre la fábula... Así como otros enlaces sobre el tema.

lunes, 30 de agosto de 2010

Bufonada farmacéutica

Hay quien pronostica que las postrimerías del siglo XX y principios del XXI pasarán a la Historia como la Era de la bufonada farmacéutica.

Millones de vacunas contra la gripe A se tirarán a la basura o tendrán que ser destruidas. Los españoles hemos pagado por ellas millones de euros. En cuanto al famoso virus H1N1 se le sigue esperando pero no se sabe dónde está.

Puede que la alerta y la compra de esas vacunas estuviese justificada. No soy tan malicioso como para suponer un contubernio mafioso entre las autoridades sanitarias y las empresas farmacéuticas. Es inverosímil que tantos estados fuesen engañados en eso. Pero respecto al manirrotismo farmacéutico, eso es lo de menos. Nuestras casas parecen boticas. Tomamos pastillas para todo. Algunas supuestas enfermedades como el colon irritable o el síndrome de hiperactividad y falta de atención no parecen sino invenciones para ganar mercado y distribuir pastillas sin ton ni son. Lamentamos el alcoholismo o la drogadicción de importantes sectores juveniles, pero soslayamos el hecho de que todos nuestros viejos viven drogados: calmantes, somníferos, antiinflamatorios, antidepresivos... Los fármacos nos hacen tan insensibles al dolor, que ya no soportamos ni una pizca de sufrimiento. Sociedad narcotizada o analgesizada, estupefactada, a la que corresponde metafísicamente una ética indolora.

Me niego a tomar analgésicos, el dolor es mío, no quiero que se me robe, también el dolor me hace sentir que estoy vivo. Y cuando cesa, siento el placer como un merecimiento, su intensidad es así mayor, y sé lo que es la felicidad, según la lección de Epicuro: ausencia de dolor. Pero no se puede echar de menos -para bien- lo que ni siquiera se conoce.

En éstas, el desconocimiento del dolor hace muy difícil la compasión y la piedad. El adolescente que para escapar del aburrimiento quema viva a una mendiga o mata a palos a un vagabundo se queda perplejo cuando le describen lo que pudo ser la agonía de una y otro. Cree que esos tipos son espejismos de un paisaje monitorizado...

De la conciencia moral al cante:

To be is to do -Aristóteles
To do is to be -Jean Paul Sartre
Do be do be do -Frank Sinatra

martes, 10 de agosto de 2010

Ocio y aburrimiento

Animalidades

Repasando antiguas notas de estudio, leo que el chimpancé dedica el 80 por ciento de su tiempo al ocio. Así que, si valoramos la excelencia de una vida por la cantidad de tiempo libre, no dedicado necesariamente a satisfacer las necesidades esenciales de alimentación, la vía evolutiva del chimpancé sería preferible a la del humano. Y sin duda lo es, al menos para él.

Y eso sin contar el tiempo que debemos dedicar a criar, alimentar y educar a los hijos para que, al fin, y no siempre se alcanza ese fin, puedan ganarse la vida por sí mismos y volar autónomos.

Pero los dioses hacen las cosas bien. Lo peor que le puede pasar a una criatura con tanta propensión a disfrutar viendo cómo sufren las demás, sobre todo si son de su propia especie, es contar con demasiado tiempo libre. Todas esas utopías que imaginan un futuro feliz en el que los seres humanos apenas trabajan y dedican la mayor parte de sus días a formarse y ampliar sus horizontes de crecimiento mental y espiritual aciertan sólo si se refieren a seres humanos que todavía no existen, ideales.

La mayoría de los seres humanos reales no sabrían qué hacer con el tiempo libre, y acabarían matándolo a base de chupitos y polvorones, con graves consecuencias para su salud. Como afirma el ingenioso filósofo ubedí Manuel Fernández de Liencres "todos los conflictos provocados por el Hombre se deben al aburrimiento. No hay nada más peligroso que una criatura aburrida". Tal vez exagera. Pero Séneca también decía que el ocio sin las letras (el cultivo de las humanidades) es la ruina del ser humano.

Claro que nosotros tenemos la televisión, pero está por ver que la tele cultive las humanidades, yo creo que más bien cultiva las animalidades.

Belleza o narcisismo

La modernidad estética está acabada. Ha completado su círculo. ¿Son modernos Boticelli, Leonardo, Caravaggio, Velázquez? No lo creo o, en todo caso, son "clásicos de la modernidad". La enfermedad -el morbo- tal vez comenzara con el romanticismo, con el "subjetivismo genialoide". La enfermedad ha llegado a ser "noble"; la drogadicción, una "enfermedad"; la alienación, una sugestión de la inspiración; el "colocón", un método de lucidez; el absurdo, un síntoma del genio.

La estética romántica, o punky, o "gótica" (en el sentido actual), es una estética de la imaginación. La hijas de ZP no tienen motivo alguno para vestir de negro. Fingen que están tristes, y a lo mejor lo están sin motivo, como pasa con tantos adolescentes. La adolescente es medio mujer y medio niña. El problema es que, desde el romanticismo, toda la estética se ha infantilizado.

Romanticismo se opone a clasicismo, y, sobre todo, a la creencia en la existencia de un modelo trascendente de belleza, de un ideal de belleza y de un canon del buen gusto. Los extremos son el respeto supersticioso a la regla o la arbitrariedad anárquica.

Las vanguardias radicalizaron estéticamente el movimiento romántico. El compromiso de la vanguardia con el nihilismo la conduce a la audestrucción, porque lleva a la relativización de las categorías de belleza y fealdad: triunfo de lo siniestro, de lo obsceno, de lo morboso... hasta la pérdida de sentido del arte, su confusión con el exabrupto, el escándalo, la impostura, el narcisismo...

En todo esto hay algo autocontradictorio, porque la creencia de que la belleza no tiene reglas (de simetría, de armonía, de equilibrio, de mesura, de decoro...), o de que la expresión no exige contención (gramática, icástica, sintaxis, respeto al público, verosimilitud...) es ello mismo una creencia y una represión.

jueves, 5 de agosto de 2010

Ecologismo de secano

¡Las tonterías que hay que oir!
La locutora de RNE, sección Andalucía, entrevista a una activista "ecologista", a propósito del debate suscitado por la prohibición de la "fiesta nacional" en Cataluña. Lo hace después de haberse hecho eco de la posición de un defensor de la tauromaquia, como para equilibrar las cosas y demostras la "neutralidad" de RNE. Y la chica pregunta:
- Usted, claro, como ecologista, estará en contra de las corridas de toros...
- Por supuesto -responde la gazmoña, como si ecologismo y sensiblería animalista fusen la misma cosa.

Esa suposición de que las corridas de toros son "antiecológicas" es una idiotez sin par. Quienes tal afirman desconocen:
1. Que tanto la cría como el transporte, por cañada o carretera, de las corridas de toros forman parte desde hace siglos de nuestro ecosistema peninsular.
2. Que algunos de los mejores y más limpios ecosistemas ricos en biodiversidad, como las dehesas tradicionales, sobreviven en mitad de un campo industrializado o urbanizado, gracias a la cría de reses bravas.
3. Que el toro bravo ha sido seleccionado durante generaciones para la lidia en las plazas. Su sacrificio en el coso es, por decirlo así, su vocación natural.
4. La actividad taurina sirve para asentar o conservar población en  núcleos rurales, que de otra forma se desenraizaría en esas ciudades donde se da la auténtica miseria y paletez y a la par renace la nostalgia romanticoide de la "igualdad animal".
5. Que sin las fiestas taurinas, el toro bravo seguramente no existiría, igual que el lobo o el oso desaparecieron en Inglaterra hace siglos, ¡un país tan "sensible" a los también supuestos "derechos de los animales"!, tan sensible que los británicos se sienten superiores porque ellos no comen conejo.

Lo indignante es que estos ignorantes urbanitas, que piensan que los muslitos de ave nacen en las góndolas de los supermercados, asépticos, desplumados y plastificados, grandes consumidores y productores de basura, se sientan superiores, más cultos, más civilizados, que quienes han de cortar el cuello de las gallinas que crían en sus corrales o destripar a los chotos que paren sus cabras. En realidad, son ellos los insensibles al sentido trágico, religioso, artístico, ecológico y vital de la fiesta.
Hace 50 años, el 40% de los españoles trabajaba en el campo o en la mar. Hoy sólo el 7%. Es bastante natural que carezcan de sensiblidad para lo trágico de la vida y de la muerte quienes no ven las estrellas ni en pintura, esos mismos que encierran a un pastor alemán, un dogo o un sambernardo, en un piso de 70 metros cuadrados, o en una terraza de menos aún, y ni se les ocurre pensar que eso sí que es una forma terrible de tortura...

Fotos
La primera es de un ejemplar bravo de la ganadería de Enrique Ponce
La segunda, los toros bravos paciendo en la dehesa de Dávila Miura. Aunque los escrúpulos morales por el sufrimiento del animal en la plaza sean respetables, es muy difícil pensar que estos animales lleven peor vida o sufran peor suerte que sus hermanos estabulizados... Y en cualquier caso, su existencia sería precaria o nula sin el juego trágico cómico de la fiesta, igual que la supervivencia de los magníficos espacios naturales en que medran en libertad.

miércoles, 16 de junio de 2010

EL LIBERTINO Y EL CRÍTICO

Casanova vs. Voltaire: 1 a 1

En el capítulo X, volumen 6 de la Historia de mi vida, Giacomo Casanova refiere su visita en Les Délices al señor de Voltaire. Pocos críticos discuten que esta visita se produjera realmente, aunque algunos afirmen que el veneciano adornó su relato para atribuirse un papel más relevante del que tuvo.

Hacia 1760, en la mesa bien abastecida de Voltaire, se hablaba de Newton y de Fontenelle, de lo humano y de lo divino... Y según el testimonio del libertino, ellos dos hablaron sobre todo de literatura. Casanova dice al sabio que lee cuanto puede, pero que por el momento, más que escribir se complace en estudiar al hombre viajando.

Voltaire contesta que sin duda viajar es la forma de conocer al hombre, pero que el libro es demasiado grande, que por eso prefiere leer la historia. El italiano replica que la historia miente y aburre, mientras viajar divierte.

Hablan del soneto, del Ariosto, con el que Voltaire lamenta ahora haber sido demasiado duro y al que Casanova puede recitar de carrerilla…, ya en confianza, una de esas tardes, Casanova acompaña a Voltaire a su dormitorio, donde se cambió la peluca y el gorro que llevaba encima para protegerse del catarro. Entonces, ve sobre una gran mesa la Summa de santo Tomás y obras de poetas italianos… El filósofo le abre las puertas de su armario, en el que se acumulan cerca de cinco mil cartas a las que dice haber respondido.

Casanova insiste en que a pesar de su espíritu satírico y a menudo cáustico, aunque siempre en tono divertido, no le faltaba nunca un coro que reía las gracias al gran poeta y al brillante genio… “Tenía entonces sesenta y seis años y ciento veinte mil libras de renta”.


Entre visita y visita a su admirado escritor, Casanova encuentra tiempo para gozar en Ginebra con tres señoritas de una familia noble venida a menos, para las que hace fundir tres bolas de oro a modo de original preservativo. En una ocasión, viaja a Les Délices a mediodía, Voltaire no está visible, pero Mme. Denis lo compensa con su compañía… “mujer culta, de mucho gusto y de lecturas, aunque sin pretensiones, y (...) gran enemiga del rey de Prusia”.

Marie Louise Mignot (1712-1790) era hija de Marie-Catherine Arouet, hermana mayor de Voltaire y de Pierre-François Mignot, “correcteur" del Tribunal de Cuentas de Francia. Se casó en 1738 con un joven oficial del que enviudó con 32 años, en 1744.

Poco después comenzó la relación con su famoso tío, que se consoló con ella del dolor cruel que le causó la muerte de su amiga Madame du Châtelet. La relación tuvo altibajos. Cuando Voltaire aceptó la invitación de Federico el Grande y se trasladó a su corte, Madame Denis no quiso acompañarle. Sin embargo, la pareja permaneció junta en Suiza hasta la muerte de Voltaire en 1778. Ella fue su principal heredera, vendió sus posesiones en Ginebra y regresó a los salones de París.

Las conversaciones de Voltaire y Casanova, sobre todo de teatro y métrica poética, se vuelven espesas, Casanova descansa de ellas entregándose a lindas orgías con las tres muchachas que le había presentado un síndico alcahuete, y descansa de los placeres de la carne volviendo a los del intelecto…

“Tras un profundo sueño de diez horas me encontré en condiciones de ir a disfrutar de la agradable compañía del señor de Voltaire; pero al gran hombre le dio ese día por mostrarse sarcástico, burlón y cáustico”(1).

A pesar de que los gustos literarios del libertino y el dramaturgo no coinciden, todo hubiera acabado bien –escribe Casanova- si no hubiera sido porque se le ocurrió citar un verso de Horacio para elogiar una de las ideas de Voltaire, y éste afirmó que el gran maestro había dictado preceptos destinados a no envejecer. Entonces Casanova dijo:

-Vos sólo violáis uno, pero como gran hombre.
-¿Cuál es? –preguntó Voltaire.
-No escribís contentus paucis lectoribus ("satisfecho con unos pocos lectores").

A partir de aquí se desarrolla una acre y a la vez interesante discusión: Voltaire justifica el ser un escritor “mundano”, el escribir para todo el mundo, porque él, al contrario que Horacio, ha tenido que escribir contra la superstición. A lo cual, Casanova replica que tal tarea no sólo es inútil, sino estéril, porque, en el caso de que Voltaire consiguiese destruir la superstición, ¿con qué la sustituiría?

Esto cabrea mucho al escritor ilustrado:

-¡Ésta sí que es buena! Cuando libero al género humano de una bestia feroz que lo devora, ¿se puede preguntarme qué pondré en su lugar? (el subrayado enfático es del propio Casanova).

Al italiano la superstición no sólo no le parece una bestia que devore al pueblo, sino algo imprescindible para su existencia, en todo caso, si esa bestia le devora, el pueblo ama a esa bestia.

Voltaire ama al género humano y declara querer verlo feliz “como yo, libre”. “Y la superstición no puede combinarse con la libertad”. A esto, Casanova le pregunta directamente si quisiera ver al pueblo soberano o "la soberanía en el pueblo". “Dios me libre –contesta Voltaire-. Se necesita el gobierno de uno solo".

-Por lo tanto –sigue Casanova- es necesaria la superstición, porque sin ella el pueblo nunca obedecerá al monarca.

Voltaire se niega a hablar de “monarca”: “nada de monarcas, porque ese nombre designa el despotismo para mí odioso como es la esclavitud”.

Casanova se pone filólogo: si Voltaire pretende que gobierne uno solo, entonces ese que gobierna es un monarca… “Pretendo –dice Voltaire- que mande sobre un pueblo libre, y entonces será su jefe, y no se le podrá llamar monarca porque nunca podrá comportarse de modo arbitrario".

Contra esto, Casanova cita a Addison: ese monarca no puede existir. Hay que darle la razón a Hobbes: entre dos males, hay que elegir el menor. Y añade la sorprendente afirmación:  “Un pueblo sin superstición sería filósofo, y los filósofos nunca quieren obedecer", para acabar concluyendo que Voltaire es un filántropo, un humanista, pero que es precisamente ese amor a la humanidad lo que le ciega. La humanidad, tal cual es, no es acreedora de los beneficios que Voltaire quiere prodigarle y, por ende, otorgándoselos, la haría más desdichada y más malvada. Y por fin, cita a su favor el episodio de Don Quijote, en el que éste, a pesar suyo, debe defenderse de los galeotes a los que, por magnanimidad, acaba de devolver la libertad.


¡Vivan las "caenas"! -gritó el pueblo cuando repuso a Fernando VII, el nefasto.

Luego, los dos ilustres ilustrados hablan de un gran naturalista y poeta suizo al que ambos admiran: el célebre Albrecht von Haller (1708-1777), quien por cierto consideraba a J. J. Rousseau un “malvado” sin principios. Casanova –según la Historia de mi vida, ¡ese curioso fresco del XVIII adobado y sazonado con un picante erotismo que hoy, en el siglo de la grosera pornografía, brilla por su ausencia!- venía de pasar tres días con él y le cuenta a Voltaire que la opinión del suizo sobre su obra no es tan elevada: cuando Casanova le hubo dicho a Haller que para él sería una fiesta conocer al célebre Voltaire, el sabio le había contestado que hacía bien queriendo conocerle, pero que a ciertas personas Voltaire les había parecido, a pesar de la ley física, “más grande de lejos que de cerca”.

Voltaire dice que hay que ponerse de rodillas ante ese gran hombre, y Casanova dice que lamenta que él no sea igual de justo con Voltaire. A lo que Voltaire, dando una prueba excelente de su socrática ironía, contesta: “es muy posible que los dos nos equivoquemos” –respuesta que todos los presentes aplaudieron.

Casanova deja a Voltaire, satisfecho de haber obligado a aquel atleta (del espíritu) a avenirse a razones ese día… Pero confiesa que "dentro de mí me quedó un malhumor que durante diez años seguidos me obligó a criticar todo lo que leía, viejo o nuevo, que había dado y daba este gran hombre público. Hoy [se refiere al momento, ya viejo, en que escribe sus memorias] me arrepiento, a pesar de que cuando leo lo que he publicado contra él pienso que tenía razón en mis censuras. Pero habría sido mejor callarme, respetarlo y dudar de mis juicios… pero un hombre furioso siempre cree tener razón”.

Un libertino no tiene por qué ser inmoralista, puede ser incluso un excelente moralista, ni siquiera un inmoralista tiene por qué ser libertino; un moralista, no sé..., ¡ahí está el caso de nuestro querido Moratín! sin tener que desplazarse a Suiza, cuya selección de fútbol hoy nos ha ganado el primer partido del mundial con una suerte que, si fuese supersticioso, atribuiría al hecho de que sean precisamente guardias suizos los que velen por la seguridad del Santo Padre...

¡Dos buenas piezas! El libertino y el crítico, ambos filósofos, o sea, los dos indomables.

notas

(1) Cito la impecable traducción de Mauro Armiño, editorial Atalanta, tomo I, pg 1610, Girona 2009.
La primera imagen es un dibujo de Voltaire y de Madame Denis, hecho por Nicolas Cochin. La segunda un conocido grabado del episodio de don Quijote y los galeotes que cita Casanova...
El icono del ilustrado mirando por el hombro de una muñeca sexy lo he sacado de un breve y jugoso artículo sobre las contradicciones de los ilustrados (en este caso las de Moratín, gran moralista y sabio en el arte de las putas), del blog de Julio, una interesante promesa literaria canaria, seguramente.

martes, 15 de junio de 2010

La tumba del Gladiador

que habría inspirado la película ...
Asistimos a la publicación de estupideces revestidas de pátina científica y no falta, tampoco, la publicidad (varias veces criticadas por los médicos) donde se aseguran las virtudes para la salud de ciertas pócimas lácteas. Pero hasta ahora los arqueólogos no habían entrado directamente en el negocio.

lunes, 7 de junio de 2010

Ligereza

Creo recordar que, en alguna ocasión, afectado por el vértigo de las cumbres alpinas, ese espantapájaros de Zaratustra recomendó la "ligereza" como una virtud nueva, postcristiana, superhombruna...
"Nada nuevo bajo el sol" -esta fórmula del sabio Cohelet del Libro de la Sabiduría bíblico formula lacónicamente la vieja doctrina del eterno retorno, en su versión más conservadora.
Seamos ligeros.
No propongo aquí ninguna dieta que nos libere para el verano de las grasas de más, aunque también. La ligereza, lightness, Leichtheit, se puede interpretar, en sentido físico, como gracilidad, agilidad, libertad de movimientos y rapidez.
A nosotros nos interesa sobre todo el aspecto moral de la ligereza. He conocido a joviales gordas ligeras y a enfadadas delgadas pelmazas. A primera vista, salta la ligereza como soportabilidad. Lo contrario de una persona ligera es una persona "pesada", insoportable, como esas quejicas que no hacen más que lamentarse de lo mal que anda todo, de lo mucho que duele la vida, del poco respeto que muestra la juventud a las canas, ¡como si ya las tuviesen todas!
La ligereza de ser soportable, esa me conquista. Como la del Ser, que pasa, que deviene. ¡Qué necesidad de que retornen las cosas! Lo insoportable del Ser sería precisamente que no pasara, que retornara siempre, contra el famoso título metafísico de la novela de Milan Kundera (1982), título al que posiblemente debió algo de su éxito, si no más de la mitad. No recuerdo a qué venía el título, de esa novela sólo recuerdo que la leí de un tirón (o sea, que me resultó ligera), y alguna de las estrategias sexuales (anales) que empleaba el protagonista para granjearse el favor de las mujeres. Su filosofía debió de resultarme tan  ligera como pegajosas sus picardías.
Seamos cachondos y a la vez finos, seamos franceses: la légèreté (¡qué bien puestas esas tres tildes!) comme facilité de l'esprit ou du style. Incluso como facilidad para cambiar de estilo y de espíritu. ¿Por qué resignarse a un modo de ser como la piedra? La vida es siempre proteica, evolucionista, abierta al cambio, así también la vida de la mente. La vejez empieza cuando uno se agarra a las mismas costumbres como si éstas fuesen una balsa de salvación o un sistema coherente de prejuicios, como si ese que teníamos por sentido común no cambiara.
Pongámonos orientales: Laghima, uno de los ochos siddhis o perfecciones, entendida como facilidad para compensar la fuerza de la facticidad. Uno debe ser como la luz, que no pesa -recomienda el budismo, o tal vez la luz sí pese, pero muy poco, no lo sé... La luz es Dios en el evangelio de San Juan, y uno debe divinizarse en la medida de sus fuerzas...
Pero aceptar al imbécil que habita en uno, reconocer que no se sabe, es sin duda una especie socrática de ligereza: uno se niega a adoptar la figura nietzscheana del camello, soportando el peso del saber, porque uno está abierto al saber, con la curiosidad vacilante del niño.
Sin embargo, como todos los caracteres, también la ligereza tiene su lado oscuro, su lado exagerado, puede ser shallowness o superficiality, confundiéndose con la abulia de los volubles o la falta de voluntad de ser de las veleidosos... La donna mobile qual piuma al vento. Nada tan ligero como una pluma al viento o la hoja sacudida por la tempestad. Flor de otoño, buscando descomposición. Esas muecas desdeñosas de la veleidad temerosa valen menos que una pamplina.

viernes, 4 de junio de 2010

Véspulas y elixir fatal


En una conversación informal, el doctor Mabide, aficionado a la entomología, afirmó que a algunas mujeres en la actualidad les está pasando lo que los historiadores de la naturaleza atribuyen a las avispas sociales: el ovopositor está perdiendo su función proveedora de huevos y se ha modificado en un aguijón empleado para defenderse o para paralizar a sus presas.

- Pienso que en demasiados casos, no se trata tanto de paralizar cuanto de activar al apresado... En cualquier caso, cada vez las veo más amigas de atraer y menos capaces de retener.
- En efecto, muchas no se sabe si están tristes porque no tienen hijos o no tienen hijos porque están tristes.
- Habría que distinguir entre trabajadoras estériles y hembras reproductoras, una de las misiones de la hembra reproductora es domesticar al macho, hacerse útil al zángano... -contesta Mabide-, creo que también Platón soñaba con una distinción parecida.
- Platón concibió una especie de comité de avispas o abejas reinas para su ciudad ideal, un comité de mujeres que planificara los nacimientos y las condiciones para la eugenesia.
- Pero ya sabes que los humanos no nos conformaremos jamás con ser insectos... por eso resultamos más interesantes y frágiles.
- En cualquier caso, ¿no es cierto que también entre nosotros tienden los machos al zanganismo si no se les estimula con un poquito de veneno sabiamente administrado?
- El veneno del deseo -contesta Mabide. ¡Nada más estimulante que ese elixir fatal!

miércoles, 5 de mayo de 2010

Juntos, pero no revueltos

Me ha sorprendido gratamente la primorosa película de Claude Berri "Juntos, nada más". Estrenada en 2007 con el título original de Ensemble, c'est tou. Delicada, deliciosamente francesa, entrañablemente universal, claramente contemporánea; nada de esas sordideces y extravagancias con las que llama la atención cierto cine español; nada de esos "efectos especiales" con que embauca al espectador infantil el tecnocine usamericano.
No son necesarias las tres dimensiones; el corazón humano las posee infinitas, infinitos matices en espíritus animados, relaciones problemáticas, soluciones posibles y sencillas.
Cuatro personajes castigados por la vida acaban aprendiendo a convivir, acaban enseñándose a quererse hasta formar una especie insólita de familia reestructurada: la anoréxica Camille, el divertido mimo de Amélie (Audrey Tautou); Franck, un cocinero castigado por la vida y tierno, que se las da de duro; Philibert, un descendiente de la más rancia y católica aristocracia, enamorado del teatro y con problemas de tartamudez; y Paulette, la abuela de Franck, divertida y frágil.
El melodrama no empalaga, en absoluto; y prueba cómo se puede hacer un cine encantador y decente, entretenido y edificante, con mimbres sencillos: un lenguaje digno y actores excelentes.
La elección de la música resulta ecléctica y sabia, popular y clásica.
¡Plausible! (de plauso: aplaudo).

miércoles, 28 de abril de 2010

Haikus



Los haikus resultan muy apropiados para quienes, esposados al tiempo, se agobian con la producción y el consumo, se estresan por coger a Oportunidad -tan escurridiza como calva-, o se angustian por disfrutar incesantes placeres, que suelen parir dolores.

El haiku puede resultar anodino, tan trivial como las hojas de bambú temblando sobre una nube, pero tiene la ventaja de que acaba pronto, como la vida. Su pretensión de perennidad es la del instante, así que tal vez sea tan eterno como éste.

En nuestra época hay "friquis" (¿obsesivos?) del haiku, como de la cría de hormigas en botella de vidrio. ¿Cabe el mundo en unos pocos versos, en unas cuantas sílabas? Puede, si son lo suficiente meditados, sentidos o ambiguos. La mente puede cargar de intenciones la cosa más pequeña convirtiéndola en un símbolo de sus estados, de sus derrotas y de sus pretensiones.

El lector interesado por el tema puede encontrar un montón de enlaces en http://www.elrincondelhaiku.org/int4.php.
Si no está muy interesado, pero aún tiene un rato, puede leer los que siguen...
Fueron escritos por la imaginación (sólo con su concurso se escribe) sobre vivencias veraniegas, que sólo la memoria conserva, como un ejercicio solitario, como una pamplina que comparto.

El perro huyó
persiguiendo un conejo
y regresó al perderlo 

Se acerca la tór-
tola muy temblo-
rosa, para robar
el pienso de los niños

Gruñen cri-cri-cri
sucios motores roncos;
cantan los grillos

Frescas almendras
enrojecen muy verdes
labios maduros

Te doy las gracias
suena tu voz dorada
bajo los pinos

Tiemblo de espanto
mientras calo tu aliento
luego me gozo

Larga serpiente
cura heridas del valle
con bruma y gasa

Dos rojas dalias
estallan bajo el laurel
¡no las puedes ver!

lunes, 29 de marzo de 2010

Conatus

No deja de sorprenderme la extrema capacidad de la vida para perseverar y reproducirse. ¡Y eso que la vida parece un extraño acontecimiento en medio, o en el borde -¿quién  lo sabe?-, de la inmensidad de lo inerte.
Conatus, llamó Spinoza a este afán de la vida por seguir siendo; élan vital, le llamó Bergson.
Me hace gracia la soberbia de nuestra especie, incluso las raras veces que asume sus culpas. "Destruiremos la vida con nuestra avaricia y nuestra avidez" -se dice. A mí me parece bastante claro que la vida seguirá palpitando cuando nosotros hayamos desaparecido. Me basta pasear por las ruinas de un cortijo y ver como las higueras, los almeces y las encinas, las jaras y los romeros, rompen en poco tiempo sus muros y reconquistan sus espacios en cuanto los humanos nos damos la vuelta.

En la terraza del pequeño apartamento costero, pasan meses y trimestres dos crasuláceas, abandonadas en sus macetas. Las hojas, suculentas, que almacenan agua, acaban flacas y sedientas. Soportan meses viviendo sólo de la brisa del mar. Cuando al fin nos escapamos del trabajo y llegamos a la costa, al entrar en el apartamento, lo primero que hago es darles de beber a mis crasuláceas. Absorben con avidez el elemento de las ondinas, fuente de vida, y se hinchan enseguida, lustrosas y agradecidas.
Uno tiende a ilusionarse atribuyéndole "agradecimiento" a las plantas. Son seres vivos. Detrás de una de sus hojas he encontrado lo que parecía una piedra o, mejor, un garbanzo aplastado, como de cerámica. Dentro, engorda la larva de una avispa, seguramente a partir de otro insecto que le sirve de huésped. Tal vez una icneumónida. Lo consultaré en mis guías, preguntaré en Insectarium virtual...
Estos pequeños descubrimientos han llegado a ser para mí la sal y la pimienta de mis veranos. Una sola de estas imágenes de la vida real vale más que cualquier farsa televisiva, incluida la del telediario.

jueves, 11 de marzo de 2010

Joan Saura

Hay veces que uno no tiene humor. Por ejemplo cuesta apreciar con benevolencia las respuestas de los políticos frente a sus responsabilidades en episodios que afectan a toda la población. En Cataluña nos hemos quedado perplejos como, frente a una nevada anunciada, el gobierno autonómico se inclina de hombros para que las culpas se deslicen suavemente al servicio metereológico. El conseller Saura merece una entrada en este blog.

sábado, 6 de febrero de 2010

La moretta y el velo


No me gusta el carnaval, probablemente por prurito idealista. Claro que "todos los días son carnaval", nuestra vida cotidiana tiene mucho de representación. Al ebrio Carnaval siempre le engordó la flaca obscenidad de doña austera Cuaresma.

La supuesta denuncia, por parte de Carnaval, de la teatralidad hipócrita de los papeles que representamos todos los días resulta más mentirosa aún, más hipócrita. Es como la falsedad del sórdido realismo de las series televisivas españolas. Nos engañan con la realidad, cómo si careciéramos de aspiraciones y de sueños. Sin la máscara de la educación, de la buena educación, somos menos que nada. Excepcionalmente puede que bajo tanto disimulo subsista un bello ejemplar de ser humano, pero la mayoría de las veces sólo encontramos por debajo al animal humano gruñendo su añoranza de la gruta o su resentimiento bestial. Para ello también se pone máscara. Pasa lo mismo con el voluntario ir desnudo, que -como demostró Aranguren- es un imposible etimológico y humano.

No me importará morirme sin haber visto, en vivo y en directo, saltar los pechos de las mulatas, como peces en el océano multicolor de la samba orgiástica de Río, o la exhición draconiana y kitsch de Tenerife. De todos los carnavales, el que más me ha puesto siempre ha sido el de Venecia. He creído percibir en sus máscaras algo de aristocrático, de elegante y melancólico, como en el vals de N. Paganini.

Un pasaje de la Historia de mi vida del veneciano Giacomo Casanova ha hecho que me interese por la moretta, una máscara oval de terciopelo negro que sujetaba la mujer mediante un botón en la boca y que, por consiguiente, le impedía hablar a quien la llevaba. La moretta era exclusivamente usada por las mujeres patricias, según confirma Noelia García Bandera.

Quien la lleva en la obra del famoso mujeriego es una mujer del harem de Ismail Efendi en Constantinopla. Con ella baila Casanova seis furlanas seguidas, una danza veneciana rápida y de moda en el XVIII. Cuando la bella desconocida hacía la pirueta, parecía volar. Tras un breve descanso, el veneciano se le acerca a la bailarina para decirle al oído: "Ancora sei, e po basta, se non volete vedermi a morire" (otras seis, y con eso basta si no queréis verme morir), pero la diosa no puede responder con una máscara de esa clase, aunque le dijo mucho a Casanova con un apretón de manos que nadie podía ver... "Tras la segunda serie de seis furlanas, el eunuco abrió la misma puerta y ella desapareció".

Son estas puestas en escena y estos mutis los que hacen toda la gracia del verdadero erotismo. Casanova piensa como un filósofo al que habrá que reivindicar en los mejores manuales de historia de la filosofía, y sabe cuánto debe el amor al ingenio, y por eso subraya: "desdichados los que creen que el placer de Venus vale algo si no nace de dos corazones que se aman y en los que reina el más perfecto acuerdo". Y en otra parte: "sin amor, ese gran asunto se convierte en algo asqueroso".

Todo consiste en velar y desvelar, que decía Ortega, ocultarse y manifestarse, ver y ser visto. A Zelmi, su hija, el filósofo musulmán Yusuf Alí (tal vez un invento de Casanova para disfrutar haciendo teología entre lance, intriga y lanzamiento), le permite mirar y enamorarse del apuesto italiano (de origen aragonés), espiando sus conversaciones por una celosía, sin poder ser vista por el veneciano, a quien el anciano se la ofrece con la condición de que abrace la fe de Mahoma y aprenda el turco. Casanova será un golfo, pero no un renegado. Nunca perdió la fe.

Cuando, sorprendentemente, la esposa de su amigo Yusuf le entretiene, insinuándosele con sus posturas y excitándole con las formas de su cuerpo, mientras esconde el rostro tras un velo, Casanova comenta: "Un bello cuerpo vestido cuya cabeza no se ve sólo puede excitar deseos fáciles de satisfacer; el fuego que enciende se parece al de la paja. Yo estaba viendo un elegante y bello simulacro, pero no su alma, porque el velo me ocultaba sus ojos".

Una interesante reflexión, y mejor argumento, para oponerse a una tolerancia o complicidad machista con el velo, que nos roba a todos, ellas y ellos, lo más personal y hermoso.

sábado, 30 de enero de 2010

Teletérminos, cibertemas



Hace unos años anoté que las palabras de éxito en Internet eran "sexo", "gratis", "dinero" y "salud". Seguramente las primeras se escribieran juntas muchas veces; contradictoriamente juntas, porque el sexo nunca sale gratis, ni siquiera cuando no cuesta dinero. Desde luego, no hay ninguna duda sobre la importancia de un término como "salud", la salud es buen y necesario cimiento del resto de los bienes. Sin salud, ¿para qué quieres el dinero? Y es muy difícil que el sexo sea accesible, apetecible o gratificante sin salud. Habrá quien se sorprenda por la falta de idealismo de las masas internautas, por su hedonismo grosero... Tendrían que buscar "amor", "paz", "trabajo", "sincera amistad", "virtud" o "justicia"... ¡Esas deberían ser las palabras más buscadas en Internet! Según un estudio reciente, se impone el prosaísmo tecnológico con palabras como: "motor", "mp3", "software"... Eso sí, el personal es muy musiquero (prefiero no decir "melómano", término demasiado fino para los gustos del gran público) y se ha empeñado en piratear "música gratis" por la red de redes (Totus tela terrae). Tengo amigos que pueden pagar la música con creces, pero disfrutan con el hurto electrónico. Como pasa con la tele, el "medio es el mensaje", o el masaje, o sea, que Internet acaba hablando de sí misma, la temática "informática e internet" acapara el 18% de las búsquedas. También se refiere mucho a la tele, con la que compite y se alía, según. Los Media son tan narcisistas como el tipo de público que los frecuenta, igual de voraces. Pero tbn. el teatro acaba hablando de sí mismo y la novela de la novela, cuando quienes cultivan ambos géneros se quedan sin ideales y sin ideas, incapaces de buscar fuera de sí lo que les falta, incapaces de aceptar su propia menesterosidad, entonces se aburren mirándose el ombligo... En su blog, Román Cortés ofrece generosamente el resultado de su análisis de más de 200.000 webs sobre las palabras más frecuentes, en formato comprimido zip, por si alguien quiere estudiarlas... Estas palabras tienen una gran importancia para los anunciantes, pues las empresas publicitarias compran a google o a otros buscadores (¿quedan otros buscadores?) "palabras clave" para salir junto a los resultados de búsqueda de las mismas. Según noticias.com, las palabras más buscadas en la red son: "sex", "porn" y "pussy". ¡La jodienda, que no tiene enmienda! En definitiva, la gente aprende a usar el nuevo medio como los niños aprendimos a usar el diccionario: buscando "puta", "teta" ("tits", "boobs"), "culo"... En español, los términos sexuales ocupan más de la mitad de las búsquedas (56%), seguidos por los términos de la Internet (16,58%) y, ¡sorpresa!, los nombres de "famosos". A nosotros eso no nos extraña: la fama es la hermana puta de la gloria, y la e-plaza es pública. Como la miramos a cubierto, desde los soportales, muchos buscamos en ella el tiempo que va a hacer, así que las pgs. de meteorología acaparan mucha publicidad. Don't worry, be happy now! Hay motivos para la sonrisa, o mejor, búsquedas para mondarse de risa, el cuarto tema principal en los buscadores de Internet es el humor (3,77%). Eso está bien. El humor prueba inteligencia, digo el humor, no la "sal gorda". A juzgar por la preferencias del público, en general, la gente prefiere hoy viajar a conservar la salud, o tal vez eso sea sólo pq. quienes usan internet no pueden estar a la vez postrados en el lecho del dolor. El "hentai" (manga sexual o pornográfico) gana posiciones y, por supuesto, otro tema estrella son los juegos... Lo que quieren las masas infantilizadas por el marketing es estar siempre jugando. En el telecomercio, es verdad, una de las palabras más usadas es "libros". Así que ¡siempre quedan motivos para la esperanza! Salvo que los libros los escriban ya los "famosos" o traten de las peripecias sexuales de los "famosos".

lunes, 25 de enero de 2010

Violencia de genero... ambiguo

Tres casos en una semana de violencia de género contra hombres en la provincia.
Mujeres de armas tomar! podría pensarse. Aunque quizá la cuestión esté en que consiste realmente la "violencia de género". Algo que no termino de entender.
Obviamente cualquier persona sensata rechazará el ataque de un hombre hacia una mujer, como repugna el ataque de un ser más fuerte a otro más débil. Es el uso de la fuerza bruta y nuestra empatía con el más débil, que no por ello deja de ser humano e incluso tener razón en sus hechos, lo que nos resulta intolerable.
Pero... ¿que pasaría si nos fijáramos, por ejemplo, en la violencia soterrada de quién tiene poder y lo ejerce para sus fines, aunque lo haga con buenas maneras y una sonrisa? ¿O el ser aparentemente más débil, en tanto perdería una confrontación cuerpo-a-cuerpo, pero que tiene una lengua directamente conectada con un cerebro más hábil y perverso?
Esto de dar nombres es muy útil, pero siempre implican una trampa. La trampa "nominalista", o sea el creer que el nombre indica todo lo que hay que saber para juzgar adecuadamente.

Los penes que se acortan

En este estudio se analiza el fenómeno de que las creencias matan, o perjudican gravemente la salud. La lectura de tales investigaciones suele suscitar un asentimiento general que va acompañado, presumo, de una sensación también generalizada "¡ésto a mi no me pasará!".
Quizá sea un ejemplo del fenómeno contemporáneo dónde la abundante información ni nos hace más sabios ni nos protege de futuras desdichas.
¿Por qué esa convicción de invulnerabilidad? Aunque la cosa se complica cuando advertimos que simultáneamente somos presas de multitud de ansiedades cuya probabilidad de ocurrencia es menos que micro mínima. O al contrario, somos capaces de llenar los bolsillos de las Loterías nacionales o locales aportando nuestra cuota de ilusión improbable.
Todo ello deja en el que reflexiona un regusto extraño; como alguien que se está olvidando de una cuestión importante, pero no puede recordar que era. El problema está en que resulta difícil expresarlo ya que las palabras que se usan para indicar esa cuestión están tan gastadas que hace rato han dejado de servir.