lunes, 30 de agosto de 2010

Bufonada farmacéutica

Hay quien pronostica que las postrimerías del siglo XX y principios del XXI pasarán a la Historia como la Era de la bufonada farmacéutica.

Millones de vacunas contra la gripe A se tirarán a la basura o tendrán que ser destruidas. Los españoles hemos pagado por ellas millones de euros. En cuanto al famoso virus H1N1 se le sigue esperando pero no se sabe dónde está.

Puede que la alerta y la compra de esas vacunas estuviese justificada. No soy tan malicioso como para suponer un contubernio mafioso entre las autoridades sanitarias y las empresas farmacéuticas. Es inverosímil que tantos estados fuesen engañados en eso. Pero respecto al manirrotismo farmacéutico, eso es lo de menos. Nuestras casas parecen boticas. Tomamos pastillas para todo. Algunas supuestas enfermedades como el colon irritable o el síndrome de hiperactividad y falta de atención no parecen sino invenciones para ganar mercado y distribuir pastillas sin ton ni son. Lamentamos el alcoholismo o la drogadicción de importantes sectores juveniles, pero soslayamos el hecho de que todos nuestros viejos viven drogados: calmantes, somníferos, antiinflamatorios, antidepresivos... Los fármacos nos hacen tan insensibles al dolor, que ya no soportamos ni una pizca de sufrimiento. Sociedad narcotizada o analgesizada, estupefactada, a la que corresponde metafísicamente una ética indolora.

Me niego a tomar analgésicos, el dolor es mío, no quiero que se me robe, también el dolor me hace sentir que estoy vivo. Y cuando cesa, siento el placer como un merecimiento, su intensidad es así mayor, y sé lo que es la felicidad, según la lección de Epicuro: ausencia de dolor. Pero no se puede echar de menos -para bien- lo que ni siquiera se conoce.

En éstas, el desconocimiento del dolor hace muy difícil la compasión y la piedad. El adolescente que para escapar del aburrimiento quema viva a una mendiga o mata a palos a un vagabundo se queda perplejo cuando le describen lo que pudo ser la agonía de una y otro. Cree que esos tipos son espejismos de un paisaje monitorizado...

De la conciencia moral al cante:

To be is to do -Aristóteles
To do is to be -Jean Paul Sartre
Do be do be do -Frank Sinatra