martes, 30 de noviembre de 2010

Cuando nuestra reflexión falla. 1.

Pensar pensamos todos, pero razonar es más complicado. Sin embargo también lo hacemos con bastante frecuencia (menor, de lo que se afirma, pero mayor de lo que los pesimistas suponen). Habiendo salido de unas elecciones como las catalanas, por estas tierras (Barcelona, concretamente) estamos algo intoxicados debido a la ingestión indeseada de una ración generosa de campaña electoral.

Quizá sea el momento de recuperar a un viejo maestro de Lógica, Irving M. Copi,  y repetir aquellos excelentes ejercicios que constan en su famoso texto "Introducción a la Lógica" escrito en 1953 y que en sucesivas ediciones se hizo muy popular. Aquí utilizaré la versión de 1972, publicada por EUDEBA, de Buenos Aires, en 1984.

Vamos por el 1º en el capítulo III: "Falacias no Formales".
Para abreviar, ya que está en cualquier diccionario, aclaro que se entiende aquí por "Falacia" un razonamiento incorrecto... pero psicológicamente persuasivo". Los retóricos antiguos eran expertos en ello, y los políticos modernos siguen la estela, sin inventar nada nuevo.

[Se trata de identificar las falacias contenidas en los siguientes razonamientos]

"1. Kenneth Robinson, cuando era ministro de Salud Publica de Gran Bretaña, dijo ante el Parlamento que la cientología era "potencialmente dañina" y "una amenaza potencial". Se solicitó a Elliot, sacerdote local de la Iglesia de Cientología, que comentara esas críticas. Sobre las observaciones hechas ante el Parlamento dijo: "Me temo que el señor Robinson ha sufrido desde entonces dos descensos de categoría, y en las últimas semanas ha sido exonerado calladamente del gobierno de Wilson".

  The Honolulu Advertiser, 22-noviembre-1969, pág. B-1"

[Continuará con más "ejercicios"]
Nota: Para tener todos los ejercicios juntos, simplemente picar en el tag "Cuando nuestra reflexión falla".

martes, 16 de noviembre de 2010

"Ser" adolescente

Repasando mi colección de "Mundo Científico", una revista de divulgación que, lamentablemente, hace años que desapareció de nuestros kioskos (¿será porque contenía temas que no interesaban a nadie?) leo que los cambios de la pubertad se deben a modificaciones autoinducidas en el cerebro, y que, en realidad, los cambios hormonales siendo también importantes, no lo son tanto.
Según parece, al principio de la adolescencia desaparece el 30% de los receptores de dopamina, lo que tiene la inmediata consecuencia de anular las pequeñas alegrías cotidianas de la infancia. Una mayor capacidad de abstracción abre un abanico de posibilidades reestructurando así todo el sistema de recompensas.
En ese momento, el consumo de drogas, como nuevos estimuladores, constituye un gran peligro, ya que éstas destruyen aún más receptores de dopamina generando un círculo vicioso de necesidad de estímulos cada vez más fuertes.
Durante la adolescencia el cerebro se remodela a si mismo, en un cambio progresivo y necesario. Los lóbulos frontales son los últimos en evolucionar, proceso que puede alargarse hasta los 30 años. Factores ambientales como la alimentación puede acelar hasta cinco años la pubertad y la sexualidad.
Es necesario que los padres, dice el artículo, "asuman el papel de cortex prefontral externo", hasta que sus hijos les funcione completamente el propio.
¿Es posible este papel de los padres, cuando simultáneamente se premia la gratificación inmediata de todo aquello que apetece? ¿Y cuando la autoridad y la disciplina (entendida como la capacidad de actuar sin interrogar a nuestros deseos) es vista como un rasgo fascista?
La respuesta la puede dar cualquiera... no se necesita ser un experto para ello.