martes, 30 de agosto de 2016

SINIESTRO VACÍO

Casas del planeta Espolón

Los habitantes del planeta Espolón tenían ojos de lechuza y boca de piñón, carecían de nariz y, en lugar de oídos, portaban antenas como ciertos centauros cuernos, apéndices geniculados capaces de cambiar de color con su actividad. Dichas antenas lo mismo les servían para oler o sentir que para hablar, dar órdenes y representar su mundo.

En cierto sentido pudiera decirse que también los espoloniatas “hablaban por los codos”, pero esos codos eran los de sus antenas geniculadas. Como los humanos, tenían cuatro extremidades, dos delanteras y dos traseras, pero caminaban erguidos apoyándose en una quinta a modo de gruesa cola. Por la boca se alimentaban con dientecillos y una mandíbula cortante y un tanto siniestra, pero tal abertura o vesícula con raras glándulas íntimas también les servía para otras extrañas y específicas prácticas relativas a su extraño proceso de reproducción.