
Teodoreto, último gran teólogo de la escuela de Antioquía, fue obispo de Ciro (Siria) a mediados del siglo V. Disidente del Concilio de Éfeso, arremetió en una de sus epístolas (la ochenta y tres) contra aquellos que negaban la maternidad divina de María. Acabó reconciliado con la Iglesia, que sin embargo acabaría anatemizando la lectura de algunos de sus escritos.