
El cristiano espera la parusía (παρουσíα, presencia,
retorno), o sea la segunda venida de Cristo al final de la historia:
“Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo, 16, 27). “Como el relámpago…, así será también la venida del Hijo del hombre” (Ib. 24, 27).
En la segunda parte de La caverna de Platón y los cuarenta
ladrones, Jesús Zamora Bonilla, actual decano de la facultad de filosofía de la
UNED, ironiza sobre la parusía: ¿Qué pasaría si Cristo se presentara de nuevo
entre nosotros? ¿Cómo sería su parusía? ¿Llegaría sin documentación, o la falsificaría? Esto último parece absurdo si es el verdadero Mesías. Tal vez, presentándose como un inmigrante sin papeles, pronto tendría problemas
con la administración y los cuerpos de seguridad del Estado...