viernes, 13 de septiembre de 2024

GAYOS TÓRTOLOS Y GANSOS


Konrad Lorenz experimentando el troquelado de la conducta de los gansos

Es un hecho que en los países musulmanes, como en el integrismo bíblico cristiano, las relaciones homosexuales, entre "sodomitas", se juzgan como una abominación contra natura. De nada sirve para la intransigencia del fanático probar que la homosexualidad se da espontánea también en otras especies o que como decía Antonio Machado "nadie elige sus amores". Amores censurados, prohibidos, perseguidos por los inquisidores de diestros o siniestros. Hoy todavía se ve como en el Irán teocrático y misógino cuelgan a los gayos de grúas para su ejecución pública y lapidan adúlteras. Tales políticas son más estúpidas por cuanto está probada la capacidad creadora y artística de gayos, bisexuales, sáficas, viragos, etc. Wilde, Lorca, Wittgenstein, Woolf (Orlando), por poner ejemplos clásicos y consagrados por su maestría literaria o filosófica...

A la vista del Nuevo Testamento, uno no sabe bien por qué razón teológica se exige el celibato de los curas o se prohíbe que las mujeres ejerzan como sacerdotisas cristianas. Me consta que en las iglesias husitas, en Praga, las mujeres ofician y cantan misas y dirigen parroquias. ¿En qué pasaje de los evangelios canónicos prohíbe Jesús el apostolado femenino o exige el celibato de sus seguidores y divulgadores de caritativa doctrina? 

Y por analogía, ¿en qué pasaje de los evangelios marxistas se proscribe la homosexualidad? Y, no obstante, la alianza de los regímenes comunistas con el machismo más atrasado y brutal ha sido una constante en todas las regiones del planeta que han tenido la desgracia de ver triunfar esas revoluciones populacheras y violentas que empobrecen a todo el mundo menos a los mandamases del Partido Único. Esas revoluciones por la igualdad en cuyo nombre se cometen genocidios desigualitarios, esas "democracias populares" cuyas burocracias suprimen libertades y derechos individuales, acaban por convertirse en farsas sangrientas y hasta en monarquías hereditarias, como en Corea del Norte.

Al parecer, en la Cuba presente la homofobia ha dado paso a la homofilia y hoy el régimen apoya las operaciones de cambio de sexo y promueve los derechos de las minorías sexuales. La principal impulsora de este viraje es Mariela Castro Espín, hija del presidente Raúl Castro.  Sin embargo, en la década de 1960, el Estado cubano hostigó a los homosexuales y los internó en campos de trabajo forzados. Hemos pasado de la homofobia a la homofilia, pero no nos engañemos, se trata de una estrategia wokista para seguir legitimando un régimen miserable que consiente el exilio económico de su población y el empobrecimiento del resto, sometido bajo una minoría de líderes que deben sus cargos a vínculos familiares, nepóticos y a servidumbres de lacayos turiferarios... Se trata de un ambicioso proceso de «transformismo» a través del cual el Estado concede derechos a sectores políticamente maltratados pero simbólicamente cargados de posmorderno valor, con el objetivo de sobrevivir a la actual crisis de legitimidad del régimen.

Fernando Arrabal, en su ajedrecística novela La torre herida por el rayo (*) cuenta el caso, "la conducta ejemplar", de dos camaradas comunistas japoneses del grupo estalinista Beiheren: durante un seminario "de reflexión" que organizaron en un bonito chalé al pie del volcán Fuji Yama, sorprendieron  espantados a una pareja de militantes varones besándose, Tras un brevísimo proceso "revolucionario" en el que, para más inri, los tórtolos reconocieron que se amaban desde la víspera, los amantes fueron condenados a dejarse morir en la nieve, acto que realizaron con "estoicismo revolucionario". El personaje Corneille, fanático estalinista de la novela de Arrabal que acaba convertido al budismo, comenta el caso de los amantes nipones: "Aquí los hubiéramos liquidado a escobazos".

Los regímenes autocráticos, las dictaduras religiosas o militares, se esfuerzan por troquelar los gustos y comportamientos de sus fieles, de sus súbditos y hasta de sus disidentes, como Konrad Lorenz hizo con sus gansos. En El anillo del rey Salomón (1949) el psicólogo Konrad Lorenz explicó que el imprinting (impronta) es un tipo de aprendizaje propio de las aves pequeñas y mamíferos, que se produce a las pocas horas después de nacer y al contacto directo con sus cuidadores o cuidadoras. Amor filial o, mejor, apego de aspirante a aquel o aquello que garantiza su supervivencia. De modo que si un ganso recién nacido establece contacto con un ser humano durante un determinado periodo de tiempo (pocas horas), muy probablemente lo identificará con su madre y lo seguiría a donde fuera. Ni que decir tiene que el papel jugado por Lorenz en sus experimentos puede ganarlo a la fuerza, por instrucción o adiestramiento escolar, por propaganda sectaria, el padrecito Stalin, el carismático guerrillero, el caudillo salvador o el líder supremo de Corea del Norte, pues la conducta de los humanes, como la de ocas y gansos, puede ser hasta cierto punto troquelada por el gusto y capricho de los poderosos, presuntos salvadores o supuestos cuidadores, sean homófobos u homófilos.

Notas

(*) La torre herida por el rayo (Barcelona 1983) ganó el premio Nadal en 1982.

Más información sobre la "mariconería del Estado" cubano madrinada por Mariela Castro: https://nuso.org/articulo/mariela-castro-los-homosexuales-y-la-politica-cubana/