Parecen cuernos, pero en realidad, los dos apéndices que coronan la extraña cabeza de NASEN BLIKAURÓN son antenas. En nuestro mundo, Nasen tenía pocos amigos. Le daban de lado porque le atribuían poderes sensibles especiales y espaciales y --todo hay que decirlo--, porque les olía raro, como a pescado pasado.
La gente tenía razón porque Nasen, según me reveló y pude comprobar, se muestra capaz de percibir el diverso color del aura de cada cual, según condición, temperamento, carácter y estado de ánimo. Es un hipersinestésico con capacidades de observación y juicio que nosotros no podemos ni imaginar, como tampoco podemos imaginar el sentido espacial con que cazan los murciélagos...
