miércoles, 25 de noviembre de 2020

TARRO DE ESENCIA


FRASCO DE ESENCIA

Los buenos perfumes se venden en tarros pequeños. Carolina Donaire, excelente actriz añosa, se regodeaba con esa idea, pues era menuda pero encantadora, de grave voz y con carácter; como su perrillo, un cavalier king charles spaniel con pedigrí, que había costado una pasta.
Temeraria en el tocador, la actriz acercó el carísimo tarro de  perfume que su "dernier partenaire" le regalase al hocico de su Lacasín (nombre de su spaniel, perrillo con pedigrí). 

Lacasín retrocedió asustado y hasta ladró a Carolina como expresión de reproche.

–¡Perro miserable! -exclamó Carolina-. ¡Si te hubiera ofrecido un paquete de caca, lo hubieras husmeado con delicia y hasta la habrías probado! 

¡Ay, lo mismo que el público, al que no hay que presentar delicadas esencias dramáticas, sino basuras cuidadosamente escogidas!