sábado, 30 de enero de 2021

LA DIOSA DE LAS BRUJAS



 

G


El antropólogo y brujo inglés Gerald Gardner (1884-1964), hijo de un importante importador de maderas nobles, emigró con su niñera seis años mayor que él a Oriente, donde pasó parte importante de su juventud y madurez. Consiguió permiso para publicar un extracto de la liturgia de su conventículo: La brujería hoy. Llamaba a la diosa de las brujas “G”, porque su verdadero nombre no debe ser revelado ya que los malos espíritus no pueden causar daño a aquel cuyo nombre desconocen.

G no había amado nunca, pero lamentaba la muerte y quería resolver su misterio, así que descendió al Inframundo. Sus guardianes le exigieron que se despojara de vestido, joyas y complementos. G se quedó en cueros, como todos los que entran en el reino del Señor de los Muertos.

Era tan completa y terrible su belleza que el mismo Señor de los Muertos se arrodilló y le besó los pies diciendo: “¡Benditos sean, que te han traído hasta aquí! Vive conmigo y deja que ponga mi frío mano sobre tu corazón”. Ella replicó: “Yo no te amo, mas ¿por qué haces que todo cuanto vive desaparezca y muera? Eso me extraña, pero sobre todo me desmoraliza y asusta. Tal vez sea eso lo que me impide amar”.

̶  Señora –dijo el Señor de los Muertos- es el Tiempo y el Destino, contra ellos no puedo nada. La edad marchita todas las cosas, pero yo concedo descanso, paz y fuerza a los que merecen volver. Sin embargo, tú, tan hermosa, ¡no regreses, porfa, quédate conmigo!”.

̶  No te amo.

̶  Puesto que no recibes mi mano en tu corazón, tendrás que recibir el azote de la muerte.

̶  Si tal cosa manda Destino, obedeceré –dijo G, y se arrodilló.

El Señor de los Muertos la azotó sin saña y ella exclamó:

̶  Ahora conozco las angustias del amor.

̶  ¡Bendita seas! –exclamó y le dio un beso quíntuple-. Sólo así alcanzarás la alegría y el saber.

El Señor de los Muertos enseñó a G todos los misterios inframundanos. Se amaron y fundieron en uno. Él le mostró todas las magias y lo que importaban tres grandes eventos en la vida de los hombres: el amor, la muerte y la resurrección, y cómo la magia domina los tres. Para renacer se debe morir y disponerse para recibir un nuevo cuerpo; para morir es necesario haber nacido; y sin amor no se puede nacer, y esta es toda la magia.

Cadáver exquisito, Tinta y acuarela, JBL


Gardner fue plantador de caucho en Borneo y Malasia. A su regreso a Inglaterra adoptó el naturismo. Estuvo viviendo treinta y tres años con una mujer, Donna, que no quiso saber nada de brujería. Se obsesionó con la copia de un extraño libro, cuyo original suponía oculto en una sierra, tal vez de los Andes. Murió navegando hacia el Líbano. Sólo el capitán del barco asistió a su funeral y fue enterrado en un puerto de Túnez.

Se piensa que Gerald Gardner fue introducido en la Wicca, la brujería moderna o religión neopagana, por distintas maestras y sobre todo por una cuyo nombre mágico era Dafo. Se discute la influencia en la liturgia Wicca de diversas sectas masónicas y gnósticas. El nombre “wicca” significa brujo en antiguo inglés, su femenino es “wicce”. En antiguos glosarios se define "wicca" en latín como ‘ariolus’ que significa mago o adivino, mientras "wicce" está glosado como ‘phitonisa’ que significa poseída por Pythia.

Hay también quien opina que Gerald Gardner fundó su religión para poder pagar sus cuantiosas deudas copiando antiguos manuscritos. Y la sacerdotisa Lois Bourne (Tanith), influyente figura del neopaganismo Wicca, le acusó de homofobia.

Flor crionizada, foto editada, 2020.


Bibliografía

Frank Donovan. Historia de la brujería, Alianza, Madrid 1978.