lunes, 12 de septiembre de 2022

LA LENGUA DE LOS ÁNGELES

 


Preguntada Sarah Lelys de la universidad de Clermont Ferrand por la lengua que hablan los ángeles (esos extraterrestres o deidades numinosas que pululan por lo etéreo, en lo inconscio y entre nosotros), la joven filóloga respondió abriendo un cuadro de posibilidades, para no pillarse el músculo más poderoso del cuerpo ni caer en el bizantinismo.

1. Las fuentes judeocristianas insisten en que el hebreo fue la lengua usada por Dios en el Jardín del Edén. ¡Hasta la Serpiente se expresaba en hebreo! Es congruente con esta hipótesis que los ángeles lo hablasen también. Y esta habría sido la lengua de la Humanidad hasta que la soberbia de la Torre babélica cabreó al Hacedor, que confundió las lenguas. Expertos hay, no obstante, que opinan que aunque la lingua franca o koiné fue siempre para los ángeles el hebreo, el arcángel mensajero Gabriel y otros vips celestes dominan setenta lenguas cada uno.

2. Algunos eruditos suponen que los ángeles emplean unas escrituras particulares, cuyas letras son variaciones del alfabeto judío. Estos alfabetos fueron descritos por el filósofo y nigromante Cornelius Agrippa (1486-1535) en su obra La magia celeste.

3. De modo parecido, en el siglo XVI el alquimista John Dee, mago y adivino de la Reina de los piratas Isabel Primera, profundizó en la cuestión. Astrónomo y matemático, John Dee describió una lengua y un alfabeto que Yavé mismo habría dado a Eva y Adán, pero que nuestros primeros padres habrían olvidado después de la Caída (Eva, menos). El hebreo se habría desarrollado a partir de vagos recuerdos de aquella lengua primordial.

Alfabeto Enojiano, de derecha a izquierda, con las letras,
el nombre de las letras, el equivalente en francés
y su pronunciación cuando es diferente. Fuente: Quora.

El patriarca Enoch, padre de Matusalén y bisabuelo de Noé, escribió un libro que cuenta la historia de los ángeles, su rebelión y su derrota, con visiones del Juicio Final y un viaje que Enoch realizó al Cielo y a los Infiernos, en el que se encontró en persona con los arcángeles. Según estimación de ciertas fuentes, a su muerte Enoch se habría transformado en Métatron, príncipe arcangélico. 

4. Otros creen que los ángeles hablan una lengua olvidada por los hombres y tal vez asociada a la música de las esferas celestiales descubierta por los pitagóricos. En la Primera Epistola a los Corintios, Pablo menciona "la lengua de los hombres y de los ángeles", sugiriendo pues que son diferentes. 

En el Libro de Job (48) se nombra un instrumento musical que maneja una de sus hijas y con el que puede enviar un himno a Dios conforme con el estilo de los ángeles. También los famosos Manuscritos del Mar Muerto mencionan una lengua angélica. En las Liturgias Angélicas dedicadas a la gloria de Dios, esta lengua no se dice, sino que se canta.

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Tras una crisis espiritual, Rafael Alberti escribió un poemario Sobre los ángeles (1929). Sus ángeles resultan amenazantes y crueles, más próximos al Infierno que al Cielo, y parecen destinados a morir mudos. Según Azorín, sin embargo, los de Alberti "se deslizan suaves sin ruido, callados y amorosos". En todo caso, expresan dolores de un alma confundida y abandonada por el Ángel de la Guarda. 

"Todos los ángeles perdieron la vida. / Menos uno, herido, alicortado" -dejó escrito el poeta de El Puerto de Santa María, eso como si hubiese visto o viajado por el universo entero...