domingo, 3 de julio de 2022

RAUCHLUFT




Es guerrero insustancial como la mayoría, aunque no todos. Siempre está presto para enfrentar amenazas que raramente se le presentan. "¡Toujours prêt!" es su lema, como si proclamase que basta la prudencia para no cagarla o que la confianza mata al hombre. (Todos esos lugares comunes o tropos son dudosos).

Además, lo de "hombre" es un decir, porque RAUCHLUFT carece de género, ni siquiera vale para homínido ancestral como el Yeti, mucho menos para simpática y promiscua primate.
Como indican las teutonas raíces de su nombre, "Rauch-Luft" está formado de humo y viento. Por lo tanto carece de raíces, salvo las del nombre.

Cualquier ventarrón como la Tramontana -y hasta su hija bastarda la Tramuntaneta- lo desbaratan. Tarda días en recomponerse, ¡a veces meses! Cuando consigue juntar sus brisas y darse sus humos, todavía le resta el trabajo de hacerlas flotar con orden. Algunos de sus órganos etéreos quieren vivir a su aire y le lían nudos, cánceres y revoluciones. 

Una vez se le salió el corazón porque éste quería ser conejo y estaba harto de esperar combates singulares que casi nunca llegaban a término honroso, porque con RAUCHLUFT la sangre no es sangre, ni es noble ni llega nunca al río.